Cómo ser la perfecta anfitriona

Una cosa que hago siempre en Navidad es comprar la revista El Mueble. Me chifla su suplemento especial de Navidad, da muchas ideas decorativas. La pena es que este año no ha habido tal suplemento :( (desde aquí aprovecho para reivindicarlo). Me he tenido que conformar con las "cuatro hojas" que traía la revista en su interior dedicadas a este tema. Aún así, me han parecido unos artículos bastante interesantes, de los cuales quiero destacar uno. Lo comparto aquí con vosotras, pero os animo a que os compréis este mes la revista ;) Para mí es la mejor del mercado en este sector.

El artículo que os comento trata sobre qué hacer para ser la perfecta anfitriona durante estas fiestas. A continuación  os muestro cuáles son las claves (he añadido alguna cosilla de mi propia cosecha también):

1. Cómo vestir bien la mesa

Nos proponen que optemos por los manteles naturales o, si la mesa es muy bonita, que nos decantemos por los individuales (a mí esta segunda opción no me convence del todo). Las servilletas deben ser grandes y de tela y se colocan a la derecha del plato, plegadas de manera rectangular o cuadrada.

2. Elige la vajilla ideal

Aquí nos recomiendan otra vez que apostemos por la sencillez. Los bajoplatos de estaño o de vidrio dorado son una buena opción. Y la vajilla que sea blanca o con alguna decoración, pero sútil (un ribete dorado o plateado, algún detalle floral...). Hemos de vestir la mesa con toda la vajilla que vayamos a usar (primer plato y segundo) excepto el plato de postre. Y hemos de tener en cuenta que siempre se sirve en la mesa, no en la cocina.

3. No olvides los detalles en el aseo

Dispón de servilletas de lino individuales (yo lo que hago en estos casos es poner una cesta con mini toallas enrolladas), estrena una pastilla de jabón (yo tengo una caja de L'occitane con unos 12 mini jabones, para que cada invitado coja uno nuevo si quiere) y pon una vela perfumada (a ser posible de Jo Malone, Dyptique, Tocca...).

Foto propia

4. Cristalería sólo la indispensable

Al vestir la mesa nos dicen que coloquemos sólo la del vino tinto (que también servirá para quien prefiera vino blanco) y siempre a la derecha en relación con el plato. La copa de agua sólo  a quien quiera agua (yo con esto no estoy de acuerdo, porque la mesa es mejor que esté lista cuando lleguen los invitados y no vas a llamarles para saber si beberán agua o no... además, en mi casa al menos, tomamos vino blanco y tinto, depende del plato, así que usamos dos copas diferentes). Luego dicen que con la de champán igual, que sólo la coloquemos a quien vaya a tomarlo, y detrás del resto de copas. 

Las copas es recomendable que sean de cristal transparente, para que se aprecie bien el color de la bebida.

5. No te compliques con la cubertería

Más no siempre es mejor. Así que poner sólo lo indispensable, para que nuestros invitados no se pierdan entre tanta variedad de cubiertos. Siempre hay que seguir el orden lógico de los platos, de fuera hacia adentro (lo que vas a usar primero afuera). Si se quieren poner los cubiertos de postre estos han de ir en paralelo al plato, justo enfrente.

6. Cuida todos los detalles

Por ejemplo, el pan estaría bien ofrecerlo en una bandeja que reúna varios tipos y el que elijan lo colocamos en un platito a la izquierda del plato. Para la sal, estaría bien disponer de varios tipos en saleros diferentes (lo primero me parece interesante... lo segundo yo nunca lo he hecho, la verdad).

Sé detallista con tus invitados: estaría bien esconder bajo la servilleta o poner sobre el plato algún detallito como un recuerdo de un viaje que acabes de hacer, un saquito de hierbas aromáticas... El valor está en el acto en sí, no en el regalo.

Flores y velas nunca fallan: las velas son un detalle cálido que dará un toque festivo a la mesa. Queda bonito poner unas cuantas en la mesa y encenderlas cuando los invitados ya están sentados. Las de color blanco y marfil (yo uso de las segundas, las compro en Cereria Mas) son una apuesta segura. Atención con no elegirlas aromáticas, ya que su perfume desvirtuaría el sabor de la comida. También es muy bonito colocar flores frescas en el bufet (en la revista proponen también ponerlas en la mesa, pero a mí no me acaba...).

7. Cómo sentarse en la mesa

El aperitivo (se hace en la zona de salón, no de comedor) es perfecto para abrir boca, facilitar las primeras conversaciones y hacer más llevadera la espera ante los rezagados. Cuando estén todos, el protocolo clásico (yo esto no lo sigo mucho, prefiero que suceda de forma natural) establece que los primeros en sentarse son los anfitriones, después las mujeres y, por último, los hombres (lo veo un poco anticuado...). Luego sugieren que, siempre que se pueda, se mantenga la alternancia hombre-mujer (tampoco lo comparto...).

8. El vino, cómo servirlo

Hay que procurar no dejar una botella de vino encima de la mesa. Sugieren que el anfitrión tenga una mesita auxiliar al lado para el vino y el pan. Es mejor servir el vino en su botella pero, si es un vino de mucha calidad y de edad considerable, realiza su decantado en privado antes de servirlo.

9. El menú, sin riesgos

No hay que arriesgarse con un menú que no hayamos cocinado antes. Tampoco hace falta servir comidas demasiado sofisticadas y sugieren no incluir fruta que se tenga que pelar. Todo debe ser fácil de comer. Por eso si se sirve marisco, siempre es mejor que esté ya pelado (con esto último estoy muy de acuerdo). 

10. Despeja la mesa para el postre

Bueno, aquí nos vienen a decir cosas bastante obvias. Que entre el primero y el segundo no dejemos pasar mucho tiempo y que, una vez concluido el segundo, retiremos los platos y cubiertos de la mesa tal y como están (aunque se tengan que hacer más viajes). Y claro, que no nos pongamos a recoger en ese momento la cocina, eso ya lo haremos cuando acabe la fiesta!!

11. Los cafés, mejor en el salón

Siempre que sea posible, es mejor servir los tés y cafés en el salón, así se puede hacer tertulia de manera más cómoda y relajada (yo creo que esto depende del número de invitados que tengas y de si caben todos o no en los sofás y sillones del salón). Para que sea más practico sugieren prepararlo antes y colocarlo en un termo. Pregunta a cada uno si quiere leche y azúcar, y ofrécele la tacita con todo servido para que sólo tenga que preocuparse de saborearlo (yo lo que haría es enchufar allí mismo la Nespresso y apilar tazas, platitos, tener azucarillos, etc... para que cada uno se sirva lo que guste, jaja).

12. El fin de una velada única

Para el momento de la copa, lo que ahora se lleva es el gin-tonic, servido en las famosas copas-balón. Pero bueno, lo imprescindible es que no falte el hielo y, si los cubitos son grandes, mejor. 

Fotos sacadas de la web de la revista El mueble.

Y hasta aquí las recomendaciones de este artículo.

¿Qué os ha parecido el post? ¿Os gustaría que publicara alguno más de este estilo?

Besos

Importante:

Chic@s, quiero hacer una pequeña puntualización. Este post no está patrocinado por la revista ni he recibido nada a cambio por publicarlo. La idea de hacer esto ha salido de mí. Y aprovecho para contestar al último anónimo recibido en el post anterior que, en mi blog, ninguna entrada ha sido pagada por nadie hasta la fecha.